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EL MOLINO

Sobre las llanuras centrales, entre la Serranía del Perijá y la Sierra Nevada de Santa Marta, distanciado a 99 kilómetros de Riohacha, en el sur oriente de La Guajira, se encuentra El Molino, uno de los pueblos musicales del Caribe colombiano, ubicado en medio de un paraíso compuesto por una variada gama de accidentes geográficos: montañas, valles y llanuras.

Además de sus 190 km², El Molino posee un área adicional que en tiempos pasados le perteneció al municipio de San Juan del Cesar.

No hay claridad sobre la fundación de El Molino, pues no existe un documento que suministre un dato preciso al respecto. No obstante, algunos historiadores señalan que su nacimiento a la vida político-administrativa se dio entre 1609 y 1611 mediante orden impartida por el entonces gobernador de Santa Marta, Diego Fernández de Argote y Córdoba.

Así mismo, de generación en generación se ha esparcido la creencia de que el fundador de El Molino fue el licenciado español Pedro Beltrán Valdez. Este se atribuyó la fundación después cumplir la misión de encomendero.

En este territorio se asentó, en el período de la Colonia, la familia Espinosa de los Monteros, originaria de España. Bruno Espinosa de los Monteros, miembro de ese clan, puso en funcionamiento la primera imprenta de Colombia. Ahí se editó el influyente escrito de ‘Los Derechos del Hombre’, traducido por Antonio Nariño, mejor conocido como ‘El Precursor de la Independencia’.

El Molino fue escenario de acontecimientos trascendentes en la historia patria. En estas tierras se libró ‘La Batalla del Sardá’, intento por la libertad de Colombia. El 12 de marzo de 1823, en su lucha de reconquista, a El Molino se le proclamó capital de Virreinato por decisión de las Fuerzas Reales, tras la derrota que se le infligió al ejército de Sánchez de Lima.

El Molino fue elevado a la condición de municipio en 1989. Goza con la distinción de ser Unidad Especial de Desarrollo Fronterizo en la zona limítrofe con Venezuela.

De este terruño es nativa la educadora Elsa Armenta, la musa que inspiró al maestro Rafael Escalona para componer, en 1948, su vigésimo tercer canto: ‘La Molinera’, uno de los paseos emblemáticos del pentagrama popular de Colombia:

¡Ay mi vida!, ¡ay mi vida!

Que desesperado vivo

Yo tengo el cuerpo en el Valle

Pero el alma en El Molino

Y debes de darte cuenta

Que si por tu culpa muero

En todita la provincia

Se dirá cuando yo muera

Que al pobrecito Escalona

Lo mató una molinera

 

El primer referente musical de El Molino es Francisco ‘Chico’ Bolaños, compositor ‘El coito’ y figura respetada y venerada por maestros del talante de Emiliano Zuleta Baquero y Lorenzo Morales. Chico fue el segundo gran acordeonero que registra la historia del vallenato antes de las grabaciones. El primero fue Francisco Moscote, el popular ‘Francisco El Hombre’, el mítico personaje nacido en la vereda El tablazo, corregimiento de Galán, jurisdicción de Riohacha, que según la tradición oral derrotó al diablo, al cantar el Credo al revés.

De Chico Bolaños se dice que fue el primero en diferenciar el paseo del son, el merengue y la puya. Los acordeoneros, propensos a los duelos, temían encontrarse con él. Chico es el padre de la dinastía de Bolaños, de mucha nombradía en el pueblo.

A nivel de grabaciones, el primer hito que insertó a El Molino en el mundo del Vallenato fue Armando Zabaleta, compositor y cantante, nacido en este pueblo, el 21 de febrero de 1927.

Mucho antes de que el reino del vallenato se extasiara con las voces de Jorge Oñate y Poncho Zuleta, Armando Zabaleta grabó con Chema Martínez y con ‘Colacho’ Mendoza. De la autoría de Armando Zabaleta son las joyas sonoras ‘Amor comprado’, ‘Aborréceme’, ‘El villanuevero’, ‘La garra’, ‘Lo mismo me da’, ‘El trajecito gris’ y la emblemática ‘No voy a Patillal’, canción ganadora del Festival Vallenato.

Del mismo modo en que Villanueva ganó el prestigio de ser cuna de grandes acordeoneros y San Juan de grandes compositores, El Molino se granjeó la fama de ser la meca de grandes cantantes, pues en poco tiempo surgieron notables vocalistas nativos de este territorio como Beto Zabaleta, Elías Rosado y Marcos Díaz. Así mismo vieron la luz, en el ámbito de la interpretación vocal, promisorias figuras como Rey Bolaños, Néstor Suárez, Erick ‘El Canario’ Escobar y Luis Vence. No en vano El Molina efectúa el Festival del cantante.

De El Molino son también Los Hermanos Meriño, valiosa agrupación que tiene un sitial en la historia discográfica de Colombia, y Fabri Meriño, una de las primeras mujeres en participar en el Festival Vallenato.

Ciertamente, El Molino es un pueblo musical del sur de La Guajira.